El mercado de divisas se agita y, tras dos años de relativa calma, las nuevas polÃticas económicas japonesas disparan la volatilidad y ponen en jaque al resto de bancos centrales, que tienen que rehacer previsiones y rediseñar polÃticas monetarias. Por el camino, la moneda única, que ve una reducción del riesgo en la zona euro, sale más reforzada que nunca. Mientras, la libra esterlina, beneficiada principal de la crisis de deuda, comienza una caÃda continuada.