En ocasiones, los inversores tienen clara la dirección que va a tomar la bolsa, pero no saben muy bien, en qué acciones posicionarse, puesto que cada una de ellas tiene sus propias variables por las que se mueve.
Por ello, además de como forma de diversificar la cartera, una buena opción es invertir en un mercado a través de su índice de referencia. Por ejemplo en el mercado español, el Ibex 35, en el americano, el S&P500, en Europa, el EuroStoxx50. De esta forma, en lugar de apostar por una o dos acciones, con un mayor riesgo debido a la posibilidad de sufrir noticias adversas de estas compañías, podemos comprar o vender el índice que aglutina todas las compañías asumiendo un riesgo notablemente inferior.
¿Cómo hacerlo? Utilizando por ejemplo los contratos por diferencias o CFDs, simple y llanamente. Aprovechando sus múltiples ventajas operativas para tomar posiciones en los mercados. La mayoría de brokers de CFDs cuentan entre sus productos con CFDs sobre índices de los principales mercados internacionales. Se trata de aprovechar los movimientos en el precio de éstos, sin la necesidad de tener todos los valores que lo componen en cartera.
Al mismo tiempo, el producto no tiene fecha de vencimiento, como si ocurre por ejemplo en los warrants, es posible posicionarse al alza o a la baja, además de tener la opción de apalancarse si el inversor lo desea.
Desde el punto de vista del análisis técnico, de cara a estudiar posibles estrategias, también ofrece una ventaja invertir a través de índices, puesto que estos suelen mostrar mejor los niveles técnicos de entrada y salida. Por consiguiente, nos parece una buena opción utilizar el producto de los CFDs sobre índices, por las posibilidades que les hemos relatado en estas líneas.