Es el producto de inversión de moda, ya lo saben. Cada vez son más son los brokers que incluyen los CFDs dentro de su oferta comercial. Las perspectivas para estos productos son enormemente positivas, puesto que son igual de líquidos que las acciones a pesar de no cotizar en bolsa, y ofrecen características especiales que les hacen especialmente atractivos y útiles para el pequeño inversor. Flexibilidad, liquidez, apalancamiento, versatilidad son algunas de ellas.
Hanseatic Brokerhouse AG, empresa pionera en Alemania en CFDs desde el año 2000, fue el primer broker que los introdujo en España en la primavera de 2006 a través de cursos, seminarios y conferencias.
Al tratarse de un contrato por diferencias, los CFDs permiten al inversor beneficiarse de las fluctuaciones de precio de los activos subyacentes de estos contratos. Aquí es donde contamos con una gran versatilidad, puesto que a través de este producto, podemos tomar posiciones casi en cualquier cosa que esté cotizando. Acciones, índices, divisas, materias primas, bonos y tipos de interés se encuentran dentro del universo en el que podemos invertir utilizando los CFDs. Otra característica interesante es la flexibilidad. Por fin existe un producto que nos permite beneficiarnos de las tendencias bajistas que se producen en el mercado de una manera sencilla y eficaz. A diferencia de las operativas convencionales, donde adoptar posiciones cortas o bajistas resulta complicado y caro, con los CFDs podemos “apostar” a la baja exactamente igual que si tomáramos las tradicionales posiciones largas o alcistas. Una vez que un inversor decide dar el salto a los CFDs desde su tradicional cartera de acciones, solamente queda elegir un broker ágil, con una buena plataforma web y con unas comisiones razonables. Hay multitud de brokers de CFDs, algunos de ellos son: Agenbolsa, CMC Markets, Cortal Consors, Dif Broker, Hanseatic Brokerhouse, IG Markets, SaxoBAnk, Selfbank, X-trade Brokers.